Y finalmente fue Lola

30 abr 2008

Con un desenlace previsible, Lalola llegó a resolver el conflicto de género de la protagonista, Carla Peterson, para optar quedarse con Facundo (Luciano Castro). Más allá de los guiños a las ficciones infantiles con los hechizos, las brujas y el zapato que encuentra el príncipe, esta serie significó todo un refresco en la pantalla chica.

Con estereotipos y una solapada reflexión acerca de la soledad y el éxito por estos tiempos, Lalola se focalizó en el ambiente laboral, con las turbulencias en los sentimientos y en la competencia más cruda. Si despertar en el cuerpo del sexo opuesto no es demasiado conflicto, el programa expuso, en clave humorística, las miserias y las virtudes de los integrantes de la revista High Five.

Sin embargo, considero que el engranaje más eficaz fue el elenco y el guión. Si Lola fue la incertidumbre y el desafío de darle el sentir masculino a un cuerpo de mujer, Aguirre (Luis Ziembrosky) fue el núcleo de las escenas más delirantes, alcanzando el sin sentido. Luego, Gastón Saks (Rafael Ferro) fue la envidia y el vacío, en función de un espejo del embrujado Ramiro Lalo Padilla (Juan Gil Navarro/ Carla Peterson). El abánico fue amplio con los tonos de Julia (Violeta Urtizberea), Pato y Soledad (Lola Berthet), el galán, la malvada Natalia (Agustina Lecouna, sacando brilló propio a su nombre) y las participaciones de la "concheta" Carola (Reina Reech) y de Teo Williams (Pedro Cedrón).



Entre el elenco, un lugar destacado fue el Grace (Muriel Santa Ana), ya que combinó tres facetas con una mirada omniciente mayor a los protagonistas: la narradora, la amiga confidente de Lola y la que estaba enamorada de su mejor amigo, Lalo. De algún modo, Grace como un "Pepe Grillo" de la heroína ya que le aportaba una dosis de "sentido común" y ella sabía su secreto desde el principio.

Este producto de la industria cultural nacional logró cosechar premios y buenas críticas por sus actuaciones, guiones y también por su estética. En cuanto a planos y edición, predomino el movimiento constante que resulta inevitable recordarnos a la serie británica The Office. Asimismo, junto a una temática universal el producto se vendió como formato y como lata en muchos países, de la mano de Dori Media (su productora junto a Underground, de Sebastián Ortega) el "exportador de telenovelas argentinas".

Pero no todo es tan impecable, los números forzaron a la tira a más capítulos, tomando giros inesperados e innecesarios que paradójicamente trajo una baja en el rating local. Incluso se repitieron episodios para cubrir el conflicto nacional entre actores y productoras que frenaron las grabaciones. Más allá de todo esto, es necesario rescatar una historia bien contada que expuso a un target a sus interrogantes cotidianos.

3 voces:

Julián Torrado dijo...

Todo el mundo que conozco que la haya visto, me la recomendé, no obstante... no hice caso. ¿TAN buena estaba? Buuu... la última vez que miré una "novela" fue Montecristó, allá por el 2006 y después nunca más me enganché con nada.
Ya vendrán epocas mejores.

Besos!

Naty dijo...

Estaba buena...pero a la mitad la deje de ver.
La estiran demasiado a mi gusto.

Cecilia Díaz dijo...

CHulian: dentro de lo que hay era una propuesta interesante. Sos de los míos! tmb creo que la última gran novela fue Montecristo.

Naty: perdieron el hilo en algún momento, personalmente la seguí porque no encontré otra cosa que me interesara.

SAludos y gracias por pasar!