Marketing de la Igualdad

30 dic 2008

Es noticia ver a John Lennon en un nuevo comercial predicando por la igualdad. Es noticia, la victoria de la tecnología por burlar la muerte y hacer borar toda coordenada de tiempo y espacio. Es noticia, cómo hay luchas que resisten el paso de los años sin oxidarse, como lo es la infancia desprotegida, la humanidad misma. Todo es noticia.

Incluso, es sorprendente cómo en la mayoría de los medios esto es visto con optimismo el mensaje de la campaña OLPC "Una laptop para cada chico" que busca terminar con la desigualdad e incluír a los niños más necesitados al mundo cibernético. Quizás la sonrisa ante el spot sea la presencia de Lennon con sus claras palabras, pero se olvida cuestionar si con una computadora alcanzamos la tan deseada igualdad al acceso al conocimiento.

"Change the world", exhorta Lennon y la campaña que lleva su imagen, con la debida autorización de su viuda, Yoko Ono. Pero, ¿tener una pc puede realmente cambiar el mundo? El proyecto OLPC surgió del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), que consiste en producir laptops a un costo menor de los 200 dólares, alimentadas con energía solar y distribuirlas "entre los chicos más pobres del mundo".

Ahora parece ser que tener o no tener una computadora limita a quienes son pobres o no. Si queremos que un chico pueda aprender (perdón, por la verdad de perogrullo) necesita comer, acceso a la salud, afecto, contención y educación básica. Esto es tan elemental cómo para que después pueda usar acceder a las maravillas de Internet. Es más que saber leer y escribir porque exponerse a la Red de redes implica otras tareas cognitivas y culturales, como seleccionar contenidos y fundamentalmente, tener la capacidad crítica al recibir discursos.

Lejos estamos de "cambiar el mundo" si no hay incentivos a la mente de cada individuo. Con la laptop aseguramos el acceso, pero ¿después qué? La mayoría de los contenidos de Internet tienen como cuna a los países más desarrollados, a quienes detentan el poder, a quienes con el entretenimiento y el consumismo impiden la igualdad (otra verdad de perogrullo). Este proyecto, en todo caso, busca extender el target que accede a la tecnología, mediante sus artefactos difunde el pensamiento único y al fin y al cabo, nada cambia.

Sin duda, la campaña es buena, tiene un buen fin tiene un bajo costo y cuida al medio ambiente, pero es mentiroso decir que con una laptop para cada chico cambiamos el mundo. Con la presencia de John Lennon sólo se desvía la discusión acerca de la igualdad y del compromiso con el futuro. Lamentablemente, logró este resultado.

1 voces:

Unknown dijo...

¿Para cuándo un libro para cada chico o un plato de comida todos los días para cada chico o una casa? Es como decís, está bien que se les de una PC gratis o cualquier otro elemento tecnológico, pero no dejemos de lado lo primordial: salud y educación.