La defensa de lo logrado es urgente (publicado en FB)

5 sept 2013

El mínimo no imponible anterior generaba situaciones injustas, frente a otros sectores que no tributaban. Entonces, se manda al congreso un proyecto de gravar otras actividades. Pero los mismos que hablaban de la inequidad y del "impuesto al salario", ahora defienden a los que más tienen. Queda en claro dos cuestiones: 1) la adhesión a una demanda justificada solo son fines demagógicos de facciones opositoras y 2) que la finalidad no es lograr una justa redistribución del ingreso y "dejar lo bueno y mejorar lo malo" sino la desfinanciación del Estado.
Porque no existe "cosas buenas" que se mantengan solas, cada emancipación, logro y reivindicación es contingente y si no elegimos con conciencia, puede que perdamos todo lo que conseguimos por salir de la crisis del 2001.
Yo no quiero volver al pasado. No quiero que se baje el 6,47% del PBI destinado a la educación, por ejemplo, porque si bien ya me formé, creo firmemente en el sistema público, inclusivo y cada más cerca de los sectores populares, tal como ocurre con las nueve universidades nacionales creadas en la última década. Es que quiero que todos los chicos tengan la posibilidad de estudiar, de pensar críticamente y de construir. Esa posibilidad que yo tuve con beca de apuntes, con mis padres laburando los 7 días de la semana en sectores precarios y alquilando.
Seguramente no me haré millonaria, ni lo pretendo. Pero de abuelos sin terminar el primario al hoy, en el que estoy en un posgrado, creo que no es magia, ni milagro, ni solo mi esfuerzo sino la conjunción de un proyecto político que me da esta posibilidad a mi como a unos cuantos.
La defensa de lo logrado es urgente.


La Ventana MEDIOS Y COMUNICACION

Sobre el “travestismo” político

Cecilia Díaz cuestiona, por estigmatización, el uso periodístico del término “travestismo político” en un sentido despectivo.
 Por Cecilia B. Díaz *
A pesar de las inclusiones en la legislación sobre las diversidades en identidad de género, existen ciertas resistencias patriarcales en el lenguaje, especialmente en el discurso mediático. Eso ocurre con la adjetivación de “travestismo político” en un sentido despectivo hacia el sujeto al que se lo aplica.
Es extraño cómo tanto en medios hegemónicos como contrahegemónicos, en columnas y análisis de actualidad, no falta la calificación de “travestismo” político a quienes muestran un cambio en sus adhesiones, lineamientos o convicciones al votar una ley o hacer una declaración pública.
Lejos del irónico uso de la “borocotización”, afrenta destinada con exclusividad a los que se unían al Frente para la Victoria, aquí el sentido del travestismo se vincula con lo falso, con el mero disfraz para el engaño hacia el electorado que eligió a su representante.
Lo que se oculta con la estigmatización de estos términos es que las travestis construyen una identidad de género que va más allá del nombre y que viene a confrontar con lo denominado “natural”. Pero esto no es algo particular, sino que es propio del proceso identitario de toda persona. Ahora bien, del mismo modo en que se desarrolla una identidad genérica y sexual, lo mismo ocurre con la pertenencia ideológica y su respectiva ubicación en lo partidario. La diferencia radica, entonces, en que la primera es permanente e íntima, mientras que la segunda implica un compromiso público ante un elector, en una coyuntura que suele ser más variable en la posmodernidad.
Por otro lado, una amplia mayoría de ambas cámaras del Congreso nacional aprobó la Ley de Identidad de Género que benefició a un colectivo discriminado históricamente por el conservadurismo institucional. Incluso ya desde la sanción del matrimonio igualitario en los medios de comunicación pulularon más discursos reaccionarios que no tuvieron su correlato en los votos del tradicional Senado. Sin dudas, con la finalidad de polemizar con intercambios más cercanos al impacto que al conocimiento, la cobertura mediática parece sostener una mirada conservadora ante las transformaciones sociales, aun cuando fue el espectáculo el primer ámbito de inclusión a la diversidad sexual.
Resulta grave que en medio de estos avances continúe la reiteración, a modo de señalamiento y denuncia, de un constructo mediático tal como el “travestismo” político. Acaso ¿no hay otra opción del lenguaje como máscara, disfraz, careta o simulación política? Ante la negación de estos términos se demuestra una derrota ante las resistencias sociales del patriarcado y, fundamentalmente, la complicidad a las designaciones excluyentes.
* Doctoranda en Comunicación Social (UNLP), lic. en Comunicación Social (UNLaM), periodista y docente.
Link: 

Comparto este artículo de opinión "El Humor hipermediatizado" que analiza el género en la televisión argentina del año 2012.


¿Cuáles fueron los segmentos y programas de humor que se destacaron? ¿Qué tienen en común? ¿Y por qué se convirtieron en culto?, son algunas de las preguntas que intento responder en esta nota.


"...el 2012 ofreció un mayor abanico de envíos humorísticos que muestran la renovación no sólo de gags, sino también de estéticas. Tal es así que se sumaron Cualca y Paco Cambiasso, desde Duro de Domar a la oferta de Capusotto y el dominical La Red Tv Sin Codificar. Más allá de los matices, estas producciones toman como disparador la crítica a los medios masivos de comunicación y a las industrias culturales. Pero, no se quedaron en lo bizarro y lo freak de las pantallas, sino que en cada emisión interpelan al espectador al exponer los usos y consumos de los discursos mediáticos. Esto es más que una coincidencia de iniciativas individuales o parciales, se trata de un clima de época..."


Leer más en:
http://reporteplatense.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=8434:el-humor-hipermediatizado&catid=13:nota-de-tapa&Itemid=83


#MehGusta3 "Los Intelectualoides del Morral"

Los invito a leer online, el número 3 de Revista Mehgusta.



Comunicadores de la Argentina - COMUNA convoca a la Primera Jornada por la Comunicación Democrática el 1° de diciembre en la Ciudad de Buenos Aires, con el propósito de debatir ideas para fortalecer el acceso a la información, la libertad de expresión y la pluralidad de voces.
Pondremos en discusión protocolos que ayuden al tratamiento profesional de la información, reglas y orientaciones que se vinculan con temas como género, ética, derechos humanos, medio ambiente, niñez y adolescencia, entre otros.

La asociación COMUNA trabaja por preservar el valor de la comunicación como derecho humano básico, una propiedad social compartida y no como una mercancía. Por eso defendemos la aplicación plena de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y promovemos el ejercicio de la cláusula de conciencia.
Amparamos la comunicación democrática, nos enfrentamos a los oligopolios y a las posiciones dominantes y abogamos por la transparencia informativa y la exactitud de datos.
Nos oponemos a que los empresarios de la comunicación sean dueños o tengan participación accionaria fuera del ámbito comunicacional, así como a que funcionarios públicos tengan participación accionaria en empresas de medios.
Próximamente, COMUNA difundirá el cronograma de exposiciones y actividades, los disertantes y los debates previstos.  

Buenos Aires, 10 de noviembre de 2012
Mail:               comunicadores.argentina@gmail.com
Blog:               http://comunicadoresdelaargentina.wordpress.com
Facebook:       www.facebook.com/ComunicadoresArgentina
Twitter:           @comunarg

Para realizar entrevistas y colaborar con la difusión de la Jornada, por favor comunicarse con:
Hugo Muleiro:  15-4564-4859  comunasecretario@hotmail.com

La "Pomelización" de Lanata

10 sept 2012


La nueva temporada de “Peter Capusotto y sus videos” generó expectativa en adeptos como en extraños. Es que las creaciones de Pedro Saborido parodian a los productos de la industria cultural rockera, exponiendo la nostalgia de ya no ser y reflejar sus ecos en otros ámbitos sociales. Es por eso que no han faltado las asociaciones entre Macri y Micky Vainilla, como la representación real y política de los clichés del cantante de derecha, maquillados en el pop edulcorado, como evidencia de su vanguardia.

Sin embargo, uno de los personajes de Capusotto que se sostienen a lo largo de sus temporadas es Pomelo: el estereotipo del rocker que fue el ídolo adolescente por su rebeldía al sistema pero que no ha mostrado signos de madurez ni artística ni personal, décadas después. En ese escenario, se ha vuelto sólo un personaje mediático que busca el reflector a sus tristes transgresiones. El ídolo de poster ya no es artista, se repite sin éxito y su fanático ya no lo admira.

En el plano de lo real, muchos buscaron identificar al sujeto parodiado en Charly García o Juanse. Al respecto, vale recordar cuando Jorge Lanata le dijo a Charly: “creo que vos hiciste grandes cosas y después te empezaste a copiar a vos, y te das cuenta”, en una entrevista televisiva del año 2000.

Para los que elegimos el periodismo como un modo de expresión y de participación en lo público en la década del 90’, los referentes eran Jorge Lanata y Mario Pergolini, entre otros. Pero desde el debate de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se incluyeron a los consumidores de medios a cuestionar la autoridad presunta de los líderes de opinión y ellos mantuvieron un discurso conservador desde la subestimación canchera a la reforma.

Las declaraciones públicas de periodistas, que otrora resistieron al menemismo, no aportaron ideas, sino que defendieron los intereses corporativos. En el caso de Lanata su incorporación estelar al Grupo Clarín nos generó el desencanto propio de un fan de Pomelo, pero si analizamos hay coherencia en su conducta. Por ejemplo, siempre sostuvo un desprecio hacia lo público, entonces no es extraño que se muestren descreídos de la era kirchnerista por su restauración del Estado.

Pero el descrédito es aún más amplio, alcanza la política. Para Lanata todos los gobiernos, en todas sus líneas, son iguales: corruptos, ladrones y censuradores. Es así que reitera el informe de las propiedades de los principales dirigentes en comparación de sus declaraciones juradas, obviando la investigación hacia empresarios o al accionar corporativo. Sin duda, son informes relevantes pero que por su reiteración, pierden impacto.

No hay nada nuevo en los últimas producciones de Lanata, sólo la microficción para ilustrar y estereotipar a CFK y a otros funcionarios, que guardan la relación de enfatizar su críticas al Grupo Clarín. Ese periodista transgresor de las noticias, los enfoques y la comunicación, se volvió un cliché de su propio personaje. Ya no es el hecho, sino Lanata. Si en los 90’ la rebeldía era fumar en televisión, ahora espectaculariza una sesión de diálisis. Si en tiempos del indulto, denunciar y sostener la lucha de los organismos de Derechos Humanos era la bandera, hoy la fuente consultada son los militares para operar mediáticamente.

Lo cierto es que frente a la explicitación del enfrentamiento entre el poder político y el económico, Lanata optó “por el más débil, que en esta caso, es Clarín”, aunque en el pasado dedicaba editoriales completos denunciando el abuso de posición dominante en, por ejemplo, Papel Prensa.

En una exaltación del show periodístico, Jorge Lanata se considera un transgresor ante la denuncia al Gobierno nacional, pero se repite, tiene eco mediático producto de la concentración pero ya no representa al periodismo joven, hace intentos torpes como Pomelo buscando un nuevo hit que hoy suena a plagio.


Ya salió #Mehgusta2 online!

24 jul 2012






Ilustraciones de Emiliano Bellini
Más de su arte en http://belliniplastica.blogspot.com.ar/

Nostalgia de la compañía

1 jul 2012


La muerte de Juan Alberto Badía desencadenó un homenaje en cadena nacional con archivos, entrevistas y análisis de la  figura mediática. En ese recorrido, había dos líneas que se destacaban en todos los medios de comunicación. Por un lado, la nostalgia por el memorable “Badía y Compañía”, que captaba el espíritu de la primavera democrática y la riqueza de la cultura popular que se volvía accesible a las audiencias masivas. Por otro lado, el desprecio por la televisión pública y el olvido selectivo sobre las consecuencias de la privatización del espectro radioeléctrico que justamente, dejó a ese mítico programa sin pantalla.


En este cambio de época, en el que los ciudadanos a pie –consumidores de medios- están más informados –y formados- en la lectura de los discursos, se replica esta añoranza por un programa y un conductor que hacía culto al respeto por el entrevistado, la cultura y el arte y el espacio a las nuevas voces.
Otros aspectos destacados en el homenaje mass mediático fueron las iniciativas de Badía por recorrer el país o generar el clima intimista de un estudio de radio, bajo los reflectores de la televisión. Estas características no son más que el federalismo y el sentido de una comunicación no comercial, verdaderamente social con un objetivo de encuentro y no de venta. Banderas enarboladas y “aguantadas” por los ámbitos académicos y organizaciones sociales excluidas del decreto ley de Radiodifusión –vigente y vetusto hasta el siglo XXI-.
Sin embargo, los canales privados obviaron la trayectoria de Juan Alberto Badía en la Televisión Pública donde se desempeñó antes de su enfermedad. Vale recordar el ciclo “Badía en concierto” con artistas de todos los géneros que compartían un living y tocaban en vivo. O el magazine “Estudio País”, con un fuerte sentido federal con voces representativas de cada provincia o el concurso de preguntas y respuestas del Bicentenario, con participantes de distintas edades sobre cultura general argentina. Estos ciclos no aparecieron en los archivos. Incluso, hubo comunicadores que decían “se tuvo que ir a ATC, porque no tenía más lugar”, de un modo despectivo, pero esa era la única pantalla para continuar con los valores que sostuvo Badía a lo largo de su trayectoria.
Es raro que este nivel de ocultamiento llega a la exposición de la contradicción cuando, por ejemplo, tn reproduce entrevistas en 360 tv, una señal digital que en Cablevisión (y otras operadoras) no incluyen en su grilla. Más allá del dolor por la perdida del conductor, se hicieron malabares para mostrar que esa nostalgia de la compañía comenzó hace más de 20 años cuando el paradigma de la comunicación se tiñó de neoliberalismo.


Sección La Ventana: Medios y Comunicación


FISCALES DEL SPONSOREO

Cecilia Díaz analiza la manera como los medios informativos y las empresas utilizan el esponsoreo a deportistas para lograr su propia visibilidad, relegando a segundo plano el aporte que hace el Estado

Por Cecilia B. Díaz *

Brian Toledo es una de las promesas de la delegación argentina que va a competir en los próximos Juegos Olímpicos en Londres. No es para menos. El joven de Marcos Paz batió records en lanzamiento de jabalina en el Grand Prix Sudamericano de atletismo de este año, donde obtuvo una medalla de oro que se suma a la presea de bronce que alcanzó en los pasados Juegos Panamericanos de Guadalajara. Hoy protagoniza publicidades, a pesar de practicar un deporte “impopular” entre los argentinos.

Hasta aquí nos encontramos con una historia rica para las crónicas periodísticas, ya que se combinan con gracia un origen humilde, juventud y éxito. Sin embargo, Toledo no sólo es un representante del atletismo local, sino un ejemplo de los resultados de las becas del Plan de Deporte Federado y de Representación Nacional del Ministerio de Desarrollo Social, que le permite dedicarse a su entrenamiento de forma exclusiva.

Este apoyo hoy se oculta o se relativiza como parte del discurso hegemónico. En otros tiempos, desde la fiscalía del periodismo deportivo se señalaba la falta de aportes públicos a los deportistas argentinos en disciplinas atléticas. En ese escenario, el amateurismo se volvía heroico: esos jóvenes daban todo por su bandera, aunque la patria no hiciera nada por ellos. En consecuencia, los logros alcanzaban por esfuerzo y constancia individual.

Así entonces se suele explicar la sobreabundancia de la cobertura del fútbol y de novelas tejidas a su alrededor. El atletismo y otras disciplinas quedaron relegadas de la pantalla aun en pleno juego olímpico. Porque, desde la lógica del rating, estas competencias no revisten valor, ya que no atraen a las audiencias. Venden sólo cuando un argentino gana una medalla.

Eso ocurrió en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, donde la falta de resultados de los equipos argentinos, de deportes tradicionalmente favoritos, vaciaron minutos de aire y de interés periodístico. En paralelo, el avance del equipo de hockey femenino sobre césped frente a las potencias mundiales obtuvo resonancia mediática masiva. Así el equipo logró la transmisión en vivo de sus partidos, entrevistas a sus figuras y la expectativa ante cada resultado. Las Leonas empezaron a existir mediáticamente y, con esa visibilidad, se sumaron los sponsors privados.

Lejos de una actitud caritativa, estas empresas buscan no sólo amalgamarse a los aspectos simbólicos del deportista, sino también recibir la cobertura mediática sobre los logos, exponenciar la publicidad y aumentar su imagen. Esta breve explicación del marketing no es reclamada por los periodistas deportivos cuando sostienen que una disciplina no cuenta con el apoyo suficiente para dejar el amateurismo. A su vez, si estas historias recibieran la atención periodística, eso redundaría en ingresos que sostengan el entrenamiento y la preparación en las sombras.

Con una trayectoria más consolidada, Brian Toledo hoy protagoniza spots televisivos y gráficos, cuenta con el sponsoreo de empresas privadas que se suman al fomento del Estado nacional. Sin duda, esto no garantiza un medallero repleto por sí solo, pero evidencia un cambio de rol del Estado en el deporte. ¿Este aspecto será evaluado en las crónicas periodísticas? ¿Los resultados serán parte de un logro colectivo o sólo el brillo de individualidades?

Más allá de un enfoque informativo, en una situación particular se observa –en este caso la trayectoria deportiva de un atleta– el modo en el que la cobertura mediática y el discurso que la acompaña se erigen como el fiscal, juez y cura de la acción del Estado. Así, desde una mirada simuladamente aséptica, neutral, los medios de comunicación esconden su peso en la distribución del capital simbólico y construcción del sentido.

* Licenciada en Comunicación Social, periodista y docente universitaria (UNLaM).

Link: http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-197336-2012-06-27.html
Replicado en:
Secretaria de Deporte de la Nación
FM del Sol de Mar del Plata 100.7

Revista Mehgusta #1

5 may 2012

Hola Amigos,

Aquí les dejo la versión online de la Revista Mehgusta, fruto de un colectivo de comunicación del que soy parte   . La propuesta consiste en una compilación de artículos de opinión sobre diversos temas de actualidad con un enfoque irónico y sus correspondientes contrapuntos, con la finalidad de mostrar diferentes puntos de vista sobre lo mismo y no ubicarnos en el pedestal de la verdad, del que el periodista suele hacer gala.
Muy pronto, salimos con el segundo número que es mucho mejor!

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