Nostalgia de papel…

28 feb 2008




Renglones de colores, con perfume, y dibujos… ¿ya no se usa coleccionar papel para carta, no? Personalmente, nunca tuve ese hobbie pero conozco la regla que establecía que de los seis ejemplares, uno se guardaba y los otros se intercambiaban o escribían para expresar todo aquello que no puede fluir por la inmaterialidad del aire.

Nik

25 feb 2008


En un comentario dije que no me caía bien Nik a partir de la lectura de esta columna que les recomiendo "¿Por qué nadie quiere a Nik?" del Asesino Serial de Hipercrítico.com. Pero para los que no tienen ganas de leer ese artículo, sólo les dejo esta prueba aportada por el autor de dicha nota:


¡Pare de Sufrir!

22 feb 2008

... sea propietario de un Multimedio.

Extraído de Diario sobre Diarios

Brasil: la prensa y la “Iglesia Universal” en una dura polémica

La prensa brasileña y la poderosa “Iglesia Universal del Reino de Dios” están en medio de una muy dura polémica. Todo comenzó en diciembre del año pasado, cuando el diario Folha de Sao Paulo publicó una investigación sobre las finanzas y el crecimiento de esa organización titulada “La Iglesia Universal llega a los 30 años con imperio empresarial” y firmada por la periodista Elvira Lobato. La investigación reveló también que la “Iglesia Universal” maneja “la mayor parte de la TV del país”, con “23 emisoras de TV, 40 de radio y otras 36 que son alquiladas”.

Hace una semana, Edir Macedo, creador y líder de la iglesia, llamó a sus fieles a demandar en la Justicia tanto al diario como a la periodista que firmó la nota y a partir de entonces se generaron miles de querellas en todos los tribunales del país contra el matutino. Anteayer, Folha de Sao Paulo publicó un editorial en su portada –algo inusual en ese matutino- en donde acusó a la Iglesia Universal y a su canal de TV principal, Récord, de intimidar al periodismo. Folha recibió la solidaridad de otros diarios brasileños como O Globo, Estado de Sao Paulo, Valor Económico y A Tarde, que no sólo se expresaron contra la Iglesia Universal, sino que también reprodujeron la investigación de Folha. Por último, ayer, la Federación Nacional de Periodistas (FNAJ) dijo “repudiar con vehemencia” la embestida de la “Iglesia Universal”.

Ser una "enfant terrible" más allá de los 40

21 feb 2008

"Puesto que nuestros hijos se preparan para ser –por elección nuestra– una multitud de Mafaldas, no será imprudente tratar a Mafalda con el respeto que merece un personaje real."

Umberto Eco


“El mundo que criticaba Mafalda no cambió, sólo que tiene más tecnología, pero después lo demás sigue igual”, describe con certeza su creador Joaquín Salvador Lavado, mejor conocido como Quino, en la Revista Noticias. Quizás sea en el contexto donde radica la magia de su tira más famosa que no pierde actualidad y que sigue siendo la puerta de entrada a la lectura de muchos chicos en todo el mundo.

Más allá de la diferencia generacional, releer los cuadritos en los que Mafalda vive (si, en presente) implica un reencuentro con imágenes de nuestra infancia y también una nueva interpretación del mundo. Ese que cambió en lo accesorio pero no en lo esencial.

De modo que resulta inevitable preguntarse: “¿cómo leíamos esto?, ¿qué entendíamos?, y finalmente, ¿qué nos causaba gracia?”. Hoy me surge una respuesta o una hipótesis, para ser más cautelosa, y que el secreto está en el lenguaje simple y la mirada ingenua de esta nena de pelo revuelto, sobre las injusticias e incoherencias de la humanidad y sus creaciones.

Es así que Mafalda, cuya edad oscila entre los seis y ocho años, choca contra el mundo adulto. Eso que dicen que ocurre que uno se aburguesa con el paso de los años, es lo que despierta los cuestionamientos del personaje principal hacia sus padres y en la interacción con sus amigos. Susanita, conservadora en su sueño de familia y de su rol como futura mujer y Manolito que enfatizaba en el negocio y reunía el estereotipo del inmigrante español, sólo por nombrar algunos ejemplos.

Más tarde, Quino incluyó nuevos personajes como Guille y Libertad, quienes enfrentan a Mafalda. Es ella quién intente explicarle cómo es el mundo a su hermano menor y muchas veces, su verborragia se desmaya. Otro tanto ocurre con la pequeña Liber (por tamaño, pero no por sus características) quien es más ácida que Mafalda, situación que logra enmudecerla.

No es azaroso que Quino haya creado estos personajes en los efervescentes años sesenta. Sin dudas, Mafalda es digna hija de su tiempo y que no envejece en sus interrogantes. Por la misma época, también se publica Mort Cinder (de Oesterheld y Alberto Breccia), cuando los especialistas le daban la extremaunción a la edad de oro de la historieta argentina.

Lejos de los tiempos en los que dibujaba a Mafalda, Quino mantiene el espiritu crítico de su personaje, sus palabras funcionan como la mejor prueba de ADN que certifican que él es su papá y que de alguna manera, su la “enfant terrible” no ha muerto.

Noticias: ¿Y qué lo apasiona?

Quino: Es muy difícil, por ejemplo, el vino me apasiona, pero cada vez lo están haciendo más porquería. ¿Vio la película “Mondovino”? La globalización…. pero bueno, no quiero quedar como un viejo protestón.

Noticias: Estos cambios del mundo de hoy lo entristecen.

Quino: Sí, mucho.

Noticias: Pero, por otro lado, lo inspiran.

Quino: Sí, también. Pero no sólo me inspiran a mí, el que hizo esa película está tan amargado como yo. Un amigo francés, el otro día me decía que los vinos de la Borgoña tienen todos el mismo gusto, antes cada región tenía su gustito.

Noticias: Entonces, sus dibujos son el exorcismo que le provoca esta realidad.

Quino: Uno los tiene para eso, para desahogarse un poco.

Noticias: ¿Cree que su humor ha contribuido en algo?

Quino: Yo creo que sí, a estas alturas, cuando me encuentro en la Feria del Libro con tanta gente que me agradece lo que he hecho por ellos y cómo les he abierto la cabeza, tengo que admitir que sí.

Noticias: ¿Se imagina un movimiento pro-Quino?

Quino: (Risas). No, no, jamás, como líder soy un fracaso de entrada.

Noticias: Suponga que Dios existe, ¿qué le gustaría que le dijera al llegar al cielo?

Quino: Lo único que espero es que no me pregunte por qué dejé de dibujar a Mafalda (risas).

Con la perspectiva de los años, en el libro compilatorio de Todo Mafalda se alcanza una reflexión: “con Mafalda la infancia perdió su inocencia, mientras el género de la historieta pasó de lo social a lo psicológico”.


Enlaces:



De Infancias poco felices

13 feb 2008

El pasado domingo, el diario Perfil publicó un informe acerca de los 53 proyectos que duermen, literalmente, en el Congreso y que tienen como finalidad alcanzar un régimen de penalidades a los menores, más adecuado (o no) que el actual. Paradójicamente, las estadísticas indican que el delito juvenil crece junto a la tendencia de los barrios armados y a pesar de esto, ninguno de estos expedientes legislativos está cerca de ver la luz, al menos para ser debatido.

Esta reseña viene para introducir fragmentos de una entrevista al periodista y escritor Reynaldo Sietecase, quien el año pasado publicó “Pendejos”, un libro de cuentos que tienen en común el protagonismo de un chico que mata. Más allá de los guiños a los lectores más empapados con las páginas de los policiales, no dejan de ser atragantes y obligan a reflexionar acerca de este fenómeno macabro que supera clases sociales y fronteras geográficas (sólo basta pensar en “Bowling for Columbine” y Virginia Tech, entre otros).

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Reynaldo Sietecase y su libro Pendejos

Cuentos crueles de los niños que

desafinan en el coro de los contentos

Por Cecilia Díaz

Sin duda, la imaginación es la materia prima de todo escritor que junto con la capacidad de asombro ante las situaciones que parecen incomprensibles, puede dar origen a un puñado de historias extraídas de la realidad, pero que por la vorágine de los medios se pierden en la memoria. Rescatarlas y resignificarlas fue el gusto que se dio el periodista Reynaldo Sietecase en su libro de cuentos “Pendejos”.

Desde su adolescencia, el autor trabajó con las palabras en revistas culturales y escribió poesía en su Rosario natal. Si bien la oportunidad de ganarse la vida en una redacción llegó más tarde y “por azar”, en él siempre “conviven sin mayor conflicto, como dos oficios, la literatura y el periodismo, la bella y la bestia”, describe.

Sus anteriores obras no son tan conocidas, de alguna forma el reconocimiento lo alcanzó bajo las luces de la televisión y su personaje de periodista le pertenece al público masivo. Pero Sietecase no abandona el mundo de las letras ya que lo seduce por “la libertad que te da la literatura, esa posibilidad de juego de contar cosas de uno, de referencias del laburo, por eso siempre aparece un poco de periodismo”.

“Hace unos años, apareció en el programa de radio Laura Mussa, una especialista en seguridad, que mencionó que en Argentina había una docena de menores condenados a perpetua”, recuerda el escritor con el tono del periodista. El dato retumbó en su cabeza. Como un profesional pensó en las alternativas para contar esas historias perdidas y optó por el cuento ya que al “indagar sobre el tema, había tanto lenguaje de expediente que no conmueve a nadie desde el periodismo”.

En Pendejos se reúnen diez relatos cortos, que tienen en común a un menor de 18 años que comete un asesinato violento, basados en hechos reales pero en clave de ficción. Cada historia toma impulso a partir de ciertos datos de las causas judiciales y los artículos de los diarios, pero para su realización el autor se dejó llevar por su imaginación y en muchos casos, le arrebató la palabra a los protagonistas.

“La voz de la literatura es mucho más potente que la del periodismo para contar determinadas cuestiones. Además, muchos de estos casos ya la gente los había leído en los diarios”, sostiene el escritor. Por lo tanto, era un reto sorprender al lector. Para Sietecase, “había dos desafíos: uno desde el punto de vista del contenido, que el libro no bajara línea y el otro, era cómo contar diez historias, donde el protagonismo eran menores que matan”.

Sobre la elección de descartar cualquier exactitud en los relatos, el escritor explica que “el periodismo tiene un compromiso que es con la verdad y eso es sagrado. Y la literatura no tiene compromisos con nadie. Son diametralmente opuestos en ese aspecto”. De ese modo, hechos ampliamente difundidos por los medios de comunicación como los asesinatos en Carmen de Patagones y el tirador de Belgrano presentan diferencias con la realidad justificadas por el género.

Hacer visible lo invisible

“¿Por qué cuentos tan crueles?”, reflexionó y escribió por mail un amigo de Reynaldo Sietecase desde Londres acerca del primer borrador de Pendejos. Y el autor aún sorprendido por la impresión generada, hoy se justifica al decir: “el objetivo de la literatura, aunque sea políticamente incorrecto decirlo, es entretener”.

A pesar de las metas determinadas, el libro de cuentos cortos recibió el apoyo de UNICEF por hacer visible una realidad de América Latina: los menores que sufrieron crímenes no sólo como victimarios sino como víctimas, porque “el 70 por ciento de los delitos que se cometen en Argentina son a manos de menores de 18 y el 50 por ciento de las victimas son también menores”, explica el periodista.

En un principio, el autor confiesa que no esperaba la repercusión del libro y temía que fuera entendido como el argumento para las políticas calificadas de mano dura. Todo lo contrario, Sietecase manifiesta su preocupación por el desamparo de la niñez: “hay diecisiete proyectos para crear un régimen penal para menores, pero cada vez que hay un menor protagonizando un delito y ya todos se rasgan las vestiduras, dicen: ‘hay q bajar la edad de imputabilidad’, todas soluciones facilistas, tontas. El juicio UNICEF es la mejor solución y no en cárceles argentinas que son lugares de no retorno”.

Los cuentos de Pendejos son intensos, efectivamente crueles, invitan a reflexionar por su realismo y rompen con el estereotipo de vincular el crimen con la marginalidad. Sobre este efecto, el autor comenta que “la violencia tiene razones muy complejas, por eso hay varios casos de clase media y media alta, que también matan y de manera terrible”. De todos modos, “hay gente que se gasta en una cena lo que gana un jubilado. Con estos niveles de inseguridad e injusticia, no se puede no tener una sociedad no violenta”, sostiene Sietecase y advierte que “es un milagro que haya tan poca inseguridad”.

Asimismo, el autor defiende con vehemencia su idea de que “las sociedades se definen por los crímenes”, los móviles no varían ya que “las pasiones centrales como el amor, la venganza y los celos movilizan al hombre y a la literatura en el fondo de la historia”. Sietecase afirma con reservas que “la desaparición de personas es una manera argentina de matar como los crímenes seriales son de Estados Unidos”. En el estilo criollo, según el autor de Pendejos, “está la fantasía de la desaparición del cuerpo del delito”.

Como corolario de su obra, el escritor alcanza a explicar cuáles son los factores de la criminalidad juvenil que traspasan todos sus relatos, entre ellos “la cercanía con las armas, en muchos casos, la droga y la más importante: la desintegración familiar”, enumera el periodista con sorpresa.

Pero el prejuicio sobre la pobreza como cuna de la delincuencia existe y pesa al momento de la resolución del Estado. “La mayoría de chicos marginales que cometen un delito termina preso o muerto, en cambio chicos de clase media- media alta terminan en un psiquiátrico con tratamiento y terminan siendo declarados inimputables”, argumenta Sietecase.

Como consecuencia, el destino de estos menores dibuja “un retrato de la justicia donde el poderoso tiene más posibilidades de zafar que el que no tiene dinero”. Por eso, el autor interpela: “el Estado en este momento tiene veinte mil menores bajo custodia, algunos presos y otros en institutos. ¿Qué está pasando en este momento con esos pibes? ¿Cuántos de ellos tienen posibilidades de crecer y reintegrarse en la sociedad?”.

Pendejos

“Se iba a llamar ‘Niños de mala muerte’, que es bastante poético, pero apareció ‘Pendejos’ que cerraba como metáfora, esto de ocultar los vellos púbicos que no vemos o que preferimos no ver”, reveló el autor sobre la búsqueda del título de este grupo de cuentos crueles y agrega: “estos chicos, lamentablemente, se hacen visibles sólo cuando matan, hasta que no matan parece como que no pasara nada”.

A pesar de que el autor no quería volcar una moraleja u opinión moral, sólo contar historias de un modo atractivo, quizás su postura sobre el tema pueda vislumbrarse a través de la cita que precede a la obra, que es pequeño texto del brasilero Torcuato Neto (uno de los pioneros del Tropicalismo, junto a Caetano Veloso y Gilberto Gil) que reza: “vas bicho a desafinar en el coro de los contentos”. Para Sietecase es una síntesis de su creador, “él había llegado a desafinar al punto que no soportó lo que pasaba en Brasil. Se suicidó en plena dictadura”.

Esa idea es la fuerza que funciona como denominador de mucha gente y especialmente de los chicos que forman parte de Pendejos que “son los desafinados del sistema: o les enseñamos a entonar, o vamos a tener problemas todos, no sólo ellos”, sentencia Reynaldo Sietecase.

* Trayectoria literaria de Reynaldo Sietecase: crónicas como El viajero que huye (1994), Bares (1997), libros de poesía como Y las cárceles vuelan (1986), Cierta curiosidad por las tetas (1989), Instrucciones para la noche de bodas (1992), Fiesta rara (1996), Pintura negra (2000); la novela policial Un Crimen Argentino (2002) y cuentos como Pendejos (2007).

Se viene el cambio (¿?)

10 feb 2008


Una nueva reforma institucional en el ámbito político se anunció, casi con bombos y platillos, pero a pesar de la apatía reinante el hecho de que la creación de partidos políticos requiera de más condicionamientos puede provocar una suerte de un molesto cosquilleo.

El fin de la medida, que aún esta en estudio en el Ministerio del Interior, es evitar que proliferen los flash parties, es decir aquellas agrupaciones políticas que tienen un único líder con presencia mediática y buena imagen en los sondeos, pero tan efímeras que se disuelven de una elección a la otra.

La reducción del número de candidatos se traduciría en la menor cantidad de boletas y por ende, en comicios que se desarrollen más eficazmente en tiempo y prolijidad. Sin embargo, se rechazó la implementación del voto electrónico y la eliminación de la lista sábana, que sin duda son disposiciones que tienen la misma dirección.

Con sólo echar un vistazo al actual sistema de partidos nos encontramos con: el PJ, como un conglomerado de caudillos que por se amontonan por la fuerza de los vientos patagónicos; la UCR en hilachas y sin sustento en la ciudadanía; la Coalición Cívica tan inestable y sin rumbo definido; el PRO circunscrito a la General Paz y ante la paradoja de gobernar de acuerdo a sus bases (la derecha) y el peligro del desastre ante una ciudad plagada de desigualdades; y el abanico de la izquierda que no puede llegar a una síntesis superadora.

En cada uno de estos partidos, por nombrar a los más fuertes en la actualidad, la contradicción esta presente y en su actuar, no difieren tanto a los flash parties. Los liderazgos se alternan y en consecuencia, las férreas oposiciones. No olvidemos a Lavagna, el as en la manga para la campaña del 2003, luego acérrimo rival tras su separación de K, formó a Una Nación Avanzada (UNA) y recientemente, pacta con el pingüino para reconfigurar al PJ bajo el mando de Kirchner.

En este panorama, la reforma anunciada viene a consolidar una democracia de partido único, hasta que surjan otro gran conglomerado con fuertes figuras pero en ambos casos, no existen núcleos de ideas, proyectos y políticas que articulen a una agrupación y mucho menos, para cortar el aire de desinterés en el electorado, para el cual no hay impulsos de formar un colectivo que nos ayude a vivir mejor.

Más información:


Envolvente

7 feb 2008

Me envuelve, me pierde. Lo llena todo y luego desaparece sin dejar rastros. Me desarma y se diluyen sus fronteras con las de mi ser, cuando me atrapa y parece no soltarme. De algún modo, la soledad imita al abrazo que nunca llegó.



"Pilcomayos y Bermejos llorando por mí…”

5 feb 2008


Indio toba
Sombra errante de la selva
Pobre toba reducido
Dueño antiguo de las flechas
 
Indio toba
Ya se han ido tus caciques,
Tus hermanos chirihuanos,
Abipones, mocovies. . .
 
Sombra de kokta y noueto
Viejos brujos de los montes
No abandonen a sus hijos
Gente buena, gente pobre. . .
 
Indio toba,
El guazuncho y las corzuelas,
La nobleza del quebracho
Todo es tuyo y las estrellas.
 
Indio toba ya viniendo de la cangaye
Quitilipi, aviaterai, caguazu, charadai,
Guaicuru, tapenaga, pirane, samuhu,
Matara, guacara, pinalta,
Matara, guacara, pinalta. . .
 
Indio toba no llorando aquel tiempo feliz
Pilcomayos y bermejos llorando por mi
Campamento de mi raza la América es
De mi raza de yaguarete
Es la América, es. . .
 
Toba dueño como antes del bagre y la miel
Cazador de las charatas, la onza, el tatu
Toba rey de yararas, guazupu y aguaras
El gualamba ya es mio otra vez
Otra vez, otra vez . . .

Letra: Félix Luna/ Ariel Ramírez

*Imagen: Utopía del sur, 1995 de Nicolás García Uriburu| Óleo sobre tela | 190 x 180 cm | Col. Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires

El día que nació este blog

2 feb 2008

Letras Púrpuras nace de la paradoja entre la posibilidad de escribir sin un deadline por delante; con la libertad para darle espacio a cuestiones de los medios, la cultura y pequeñas situaciones cotidianas que son valoradas desde mi egocentrismo y por otra parte, para que dejen de pertenecerme al publicarlas.

Se tiñen de púrpura, no sólo por la cromática que surge de la estabilidad del azul y la energía del rojo, sino por otras connotaciones. Históricamente, este color esta vinculado al poder, la majestuosidad de la nobleza y la religión. Suele decirse que es artificial ya que es difícil encontrarlo en la naturaleza. Sin embargo, el púrpura también representa la magia y el misterio; sentimentalmente evoca a la nostalgia y al romanticismo; asociado con la sabiduría, la creatividad y la independencia.

Resulta pretencioso que este blog se jacte de poseer aquellas características, pero tiene las mejores intenciones y surge bajo esas ideas. O mejor dicho, me animé! Veremos que sale de todo esto.